Por Susana Cuellar
Bien sabemos que el pensamiento influye de manera directa en el estado de salud de nuestro cuerpo. Importantes enfermedades son producidas por nosotros mismos, a las cuales se les refiere como “enfermedades psicosomáticas”.
Dichas enfermedades son el resultado de un pensamiento que no se puede procesar con facilidad. De manera que la mente baja la información al cuerpo y éste lo expresa por medio de la enfermedad. Entre las más frecuentes se encuentran la colitis, gastritis nerviosa, cefalea, alteración del sueño y de la alimentación, por mencionar solo algunas.
Los pensamientos negativos causan daños graves a la salud en general y a consecuencia nos desvían del camino de la felicidad. Un estudio de la Universidad de Harvard determino que las personas optimistas a los 25 años tienen una mejor salud en su futuro, específicamente entre los 45 y 60 años de edad.
Beneficios de ser optimista
Una persona optimista no se enferma con tanta facilidad como el pesimista. Esto tiene que ver con el autocontrol. “Nuestro pensamientos pueden cambiar las emociones y viceversa”, explica la teoría psicológica cognitivo conductual. Hacerte responsable de tus pensamientos podría ser más importante de lo que creemos.
La psiquiatra Raquel Origel recomienda vivir la vida con entusiasmo. “Una persona entusiasta tiene mayor probabilidad de encontrar soluciones a un problema, pues buscara varias formas de resolverlo, al contrario, una persona pesimista, como piensa que nada saldrá bien y que cualquier cosa que haga no resultará, no se moverá, es decir, no hará nada”.
Tú eliges
Ser una persona optimista es una opción que podemos aceptar o rechazar. A unos les costara más que a otros, pero no es imposible. Hoy en día está al alcance de todos la posibilidad de lograr un cambio.
La asertividad y el ser positivo es el mejor recurso para estar en forma tanto a nivel emocional, como físico. Lograrás que se perciban las situaciones de la vida diaria con menos estrés y disfrutaras de la familia, los amigos, la pareja, el trabajo y porque no también del tiempo libre.
¿Cómo entreno mi cerebro?
- Regálate un par de minutos por la noche y recuerda los momentos más gratos del día. De preferencia enlista tres de ellos. Por ejemplo: una comida, bebida, una canción, una agradable compañía, la naturaleza, una lectura, el clima, etc.
- Lleva un diario como registro de tus pensamientos y de tu sentir hacia los mismos. Serán de utilidad para autoevaluarte en un futuro.
- Agradece a la vida lo que si tienes. Puedes iniciar por lo que no se compra con dinero y terminar con lo material.
- Realizarlo te ayudará a tener una visión positiva de ti mismo, olvidaras los problemas del día y dormirás con mayor tranquilidad.
“Recordemos a dos amigos, un optimista y un pesimista ¿Con quién preferiríamos pasar un fin de semana? Obvio que con el primero”. Dr. Torruco.
Susana Cuéllar es maestra en Terapia Familiar, Psicoterapeuta Familiar y Tanatóloga.
Clínica Maya | Tel: 208 30 24 | Email: susana.cuellar@hotmail.com
FB: Dra. Corazón SC @DraCorazonSC
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