Todos hemos perdido alguna vez, una noche de sueño reparador y placentero por tener a un fuerte roncador cerca o quizá no tan cerca, ya que los ronquidos son tan fuertes, que de una habitación a otra son fácilmente audibles.
Nunca nos ponemos a pensar que estos roncadores pueden estar cursando con un serio problema de salud, conocido como Apnea Obstructiva del Sueño.
El término Apnea significa período con ausencia de flujo aéreo a través de vías respiratorias altas, mayores de 10 segundos, la cual puede estar causada principalmente por alteraciones anatómicas de dichas vías respiratorias.
La apnea obstructiva del sueño es el segundo trastorno del dormir más frecuente (sólo superado por el insomnio). Aproximadamente 20 millones de personas padecen esta enfermedad en los Estados Unidos, siendo más frecuente en hombres con una relación 2:1. Este padecimiento tiene un fuerte componente familiar y se ha asociado a otras enfermedades tales como: hipertensión arterial, enfermedad coronaria e infarto miocárdico, hipertensión pulmonar, falla cardíaca congestiva y enfermedad vascular cerebral.
Factores Predisponentes.
Por mucho, la Obesidad es el principal factor. Antecedentes familiares del mismo padecimiento, la acromegalia, el hipotiroidismo y el uso de alcohol y sedantes son otros factores importantes.
Síntomas de la Enfermedad.
Estos pacientes son regularmente roncadores “fuertes”. Los ronquidos son interrumpidos por el cese súbito de la respiración, seguido de inquietud, quejidos y un breve despertar. No obstante, el individuo no recuerda estos episodios. Los episodios se repiten muchas veces durante la noche, lo cual desemboca en somnolencia durante el día, irritabilidad y mal desempeño del individuo en sus actividades cotidianas. La excesiva somnolencia durante el día, provoca problemas laborales, sociales y emocionales e incluso puede poner en riesgo la vida del paciente. Imagine por un momento a una persona con este padecimiento que se quede dormido al conducir un vehículo, no es acaso un gran riesgo para sufrir accidentes automovilísticos?
La obstrucción intermitente de la vía aérea produce hipoxia (bajo nivel de oxígeno en la sangre y los tejidos) e hipercapnia (elevación del nivel de bióxido de carbono), lo cual incrementa el riesgo de hipertensión sistémica, arritmias cardíacas y epilepsia.
El diagnóstico se hace por medio de la Polisomnografía, un estudio de sueño en el cual se monitorizan la actividad cerebral, respiratoria, cardiovascular y muscular durante el sueño. En el caso particular de la apnea obstructiva del sueño, se debe poner especial atención a los siguientes datos de la Polisomnografía: a) flujo respiratorio.- que detecta un sensor nasal; b) Ronquidos.- detectados por un sensor de ronquidos; c) Movimientos respiratorios.- que detectan bandas respiratorias colocadas en el tórax y el abdomen y d) Saturación de Oxígeno en la sangre.- que es detectado por un dispositivo llamado oxímetro de pulso. Actualmente contamos con la tecnología necesaria para realizar este estudio en Hermosillo, en el Laboratorio de Neurofisiología NEURON, ubicado en el Centro Médico del Río
Tratamiento
1. Cuando la Obesidad es un factor que contribuye, el paciente debe ser sometido a un programa de reducción de peso, lo cual reducirá la obstrucción y la somnolencia durante el día.
2. Los dispositivos de ortodoncia, pueden prevenir el colapso de la vía respiratoria y pueden ser de ayuda durante la reducción de peso.
3. Existe un dispositivo llamado CPAP (presión positiva aérea continua) que incrementa la presión del aire a través de la faringe y previene el colapso faríngeo.
4. Los procedimientos quirúrgicos que modifican cada sitio de potencial oclusión faríngea, usando modernas técnicas maxilofaciales pueden ser exitosos.
En conclusión, los roncadores “fuertes” deben acudir a consultar al especialista, sobre todo si cuentan con un factor predisponente de los ya mencionados y con mayor razón, si son obesos o con historia conocida de problemas con sus vías respiratorias.
El diagnosticar y tratar a tiempo este trastorno puede mejorar enormemente la calidad de vida de quien lo padece y de sus familiares.
Dr. Luis Javier Flores Río de la Loza
Neurólogo y Neurofisiólogo Clínico
Clínica Maya | Clínica Neuron
Tel: (662) 2 08 30 24
Cel: (662) 3 53 29 27
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